martes, 28 de mayo de 2013

EL FRANQUISMO

El franquismo fue una larga dictadura, personalizada en la figura del general Francisco Franco, quien acaparó todos los poderes del Estado hasta su defunción, en 1975.
Esta dictadura se impuso por la fuerza después de un golpe de estado militar contra el gobierno legítimo de la II República, que provocó una trágica guerra civil (1936-1939), cuya una de sus consecuencias fue la muerte de centenares de miles de personas.
Una de las características de estos casi cuarenta años de dictadura fue la sistemática represión que las autoridades franquistas ejercieron ya desde un primer momento, y que continuaron una vez terminó la guerra. Esto explica la fuga hacia el exilio de centenares de miles de personas ante el avance de las tropas rebeldes.
Así, por ejemplo, una treintena de manresanos fueron fusilados en el Campo de la Bota y muchos otros fueron encarcelados, o bien depurados y despedidos de sus empleos durante la inmediata posguerra, caracterizada también por la miseria que afectó a la población civil ante la carencia de víveres y suministros, entre los cuales las primeras materias más básicas.
En definitiva, el franquismo, sobre todo a lo largo del periodo 1939-1959, se caracterizó por el miedo, la represión política y social, el control ideológico y moral de la población, la pobreza y la carencia de las libertades y derechos humanos más elementales, tanto individuales como colectivos. Esto permitía al gobierno, entre otras cosas, perseguir la lengua y la cultura catalanas y aniquilar los derechos sindicales y laborales de la clase trabajadora.

jueves, 23 de mayo de 2013

LAS 13 ROSAS


La película Las Trece Rosas, de Emilio Martínez Lázaro, parece reivindicar la 
memoria de los republicanos aniquilados por Franco. El filme se centra en algunas de las 13 jóvenes fusiladas en los albores de la dictadura franquista.

RESUMEN DE LA PELÍCULA:

El 1º de abril de 1939, con la entrada en Madrid de las tropas de Franco, termina la guerra civil española. Temiendo la sangrienta represión que se avecinaba, muchos republicanos huyen del país pero otros no pueden o no quieren. Como las jóvenes muchachas protagonistas de esta historia real.
Franco promete que solamente serán castigados los que tengan las manos manchadas de sangre. Y ninguna de esas chicas las tiene. Como Carmen, por ejemplo, de 16 años, que militaba en las Juventudes Socialistas pero nunca tuvo un arma. Ni su amiga Virtudes, que servía en casa de unos nuevos ricos franquistas y pasó la guerra dando de comer a ancianos y niños en el Socorro Rojo. O Julia, una cobradora de tranvías, que se había afiliado a las Juventudes Socialistas para poder hacer deporte en las instalaciones de la sede.
Y el caso de Blanca Brisac, hija de un judío francés, es más evidente todavía. Es católica, votante de la derecha, madre de un hijo y que ha acudido a ayudar económicamente a un músico, militante comunista, compañero de orquesta de su marido. 
Eran muchachas jóvenes, con ilusiones, que tenían novio, que iban al cine o a bailar y se divertían como podían en aquellos duros y grises días de la posguerra.
Las detuvieron al mes de acabar la guerra. Algunas se conocían entre sí pero otras no. Sufrieron duros interrogatorios policiales y finalmente fueron trasladadas a la cárcel de Ventas donde había miles de mujeres hacinadas en las celdas de la presión.
A las 13 detenidas, a las que sus compañeras bautizaron como “las menores” por su corta edad, las incluyen en la misma causa bajo la acusación de ayuda a la rebelión y haber planeado un atentado contra Franco, un atentado irreal pero que daba base a la acusación. Todo muy abstracto, sin pruebas. Ellas y sus familiares estaban tranquilos, a lo máximo les caerían unos cuantos años de cárcel.
Pero unos días antes de que se celebre el juicio se produce un atentado contra un militar franquista en el que mueren tres personas. Nada tienen que ver con ello las 13 jóvenes porque estaban en la cárcel cuando ocurrió todo. Pero se fraguó una venganza y el Tribunal Militar las condena a muerte y en menos de 48 horas son fusiladas.
Carmen, la más joven de todas, la única superviviente, escucha desolada los trece tiros de gracia desde la ventana de su celda.


miércoles, 1 de mayo de 2013

LA DESCOLONIZACIÓN

Hace apenas un siglo, Asia y África estaban divididas en colonias controladas por los países europeos. Países como Gran Bretaña, Francia, Holanda y Portugal se repartieron los territorios y construyeron imperios basados en su poder militar y económico como metrópolis y en la explotación de los recursos de las sociedades coloniales.
Un rápido proceso descolonizador desmanteló, al menos parcialmente, aquella realidad.
Empezó limitadamente después de 1918 y fue imparable tras la II Guerra Mundial. Las nuevas condiciones históricas afectaron tanto a las metrópolis como a las colonias, donde se desarrollaron los movimientos independentistas. El proceso se hizo con bastante rapidez. A veces comportó guerras muy violentas. Otras, por la vía pacífica.
Los nuevos países independientes asiáticos y africanos entraron a formar parte del llamado mundo subdesarrollado. Son excepciones los que han alcanzado un verdadero desarrollo. Muchos de los conflictos actuales tienen su origen en las condiciones en que se hizo la descolonización. Además, las antiguas formas de dominación colonialista han sido sustituidas por nuevos mecanismos de control, sobre todo económicos.